Comencemos por la damas que es obligatorio ser caballeros.
A Isabel
Amante de fiestas y eventos, reina de carnavales,
pero profesional dedicada, dando clase a los chavales.
Cuanto te recordaremos, los padres y compañeros,
y aun más te recordarán, tus alumnos de primero.
Repicaron tus tacones paseando en los pasillos,
han sido más de treinta años enseñando a los chiquillos.
Recibe un homenaje sincero con un beso que demuestra,
nuestro profundo respeto por tu labor de maestra.
A Antonio
Sabedores que no gustas de los públicos halagos,
hoy te tienes que aguantar y pasar este mal trago.
Te echaremos todos de menos, gran amigo y compañero,
como has hecho tu trabajo, con pasión y con esmero.
¿ Quién contará las historias de güajiros y del pueblo?,
¿Quién enseñará como tú a los alumnos de sexto?.
Eres cabal y sincero, ¡Un defensor de lo nuestro!
y antes que todas las cosas, un grandísimo maestro.
A los dos:
Y aunque no haga falta os decimos, por si al final se nos pasa,
que en el Manuel Marín siempre tendréis vuestra casa.
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